No molesta tanto el sol de verano como las miradas de algunos. Es más fácil aguantar el calor del pavimento a plena tarde que los comentarios entre dientes de quienes voltean y hacen como que no ven. La sequedad del viento es mejor que la de los sentimientos de muchos.
En un país donde muchos padres prefieren que sus hijos sean asesinos o violadores antes que ser gays, la lucha para salir adelante en ésta sociedad parece demasiado adversa para seguir adelante.
En un país donde la doble moral es modus vivendi para muchos, el vivir sin inhibiciones es motivo de estigmas y persecución.
Curiosa y torcidamente, juzgamos a la gente por sus preferencias sexuales y no por sus cualidades como seres humanos.
Si bien es cierto que hay gays con conductas cuestionables desde el punto de vista de nuestro modelo sociocultural, son una cantidad infinitesimal comparados con la cantidad de gente hetero que es igualmente cuestionable. Digamoslo así, sólo sé se unos cuantos gays cuya conducta es cuestionable, pero sé de miles de heteros que igualmente la tienen. Sólo que a éstos últimos, nadie les dice nada.
A un gay se le grita cualquier insulto en la calle, a un diputado corrupto no.
A un enfermo de SIDA se le niega el trabajo, a un hombre que golpea a su esposa no.
A un gay no se le respeta, a un narco hasta se le admira.
Y se pueden dar muchos ejemplos más.
El domingo 18 se realizó una marcha hacia Plaza Mayor para conmemorar el 25 aniversario de la Vigilia Internacional de Solidaridad con las personas que viven con VIH y SIDA y el Día Mundial Contra la Homofobia, integrada por familias y por representantes del movimiento lésbico-gay local .
Años atrás, era impensable hacer algo así en la vía pública sin ser apedreado o quemado vivo. Afortunadamente, hoy ya se puede hacer con el apoyo, primero, de las familias de quienes padecen VIH/SIDA y de las que tienen un integrante gay. Segundo, del Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Fomento Social, lo cual es ya un pequeño paso adelante.
Es alentador ver a las familias marchando juntas, desde el abuelo hasta el nieto. Pero falta mucho por hacer.
Todos los grupos vulnerables son víctimas de la discriminación: enfermos de VIH/SIDA, gays, adultos mayores, personas con capacidades diferentes, indígenas, tribus urbanas, etc. Es por eso la importancia de éstas marchas y asociaciones, porque la lucha de un grupo por rescatar el respeto y las oportunidades de una vida mejor, representa la lucha de todos.
En la medida que aprendamos a respetarnos como seres humanos, este tipo de eventos no congregará sólo a decenas, sino a miles. Al final del día, todos somos ciudadanos de este país y compartimos el mismo destino e identidad. Todo lo demás, es irrelevante.
¿Hubo cobertura de los medios?...lamentablemente muy poca, y les puedo asegurar que no fué porque era domingo en la tarde. Este es uno de esos temas que hasta los medios que tanto presumen de informar y ser un foro abierto, prefieren guardar debajo de la alfombra.
Es por eso que dedico este pequeño pero repetuoso espacio en mi blog para la difusión de éste evento, porque como sociedad civilizada, es algo que les debemos.