Ésta es una foto nada común del templo de San Francisco, en el centro de la ciudad. Y no es nada común porque lo que aparece en la fotografía no es la fachada del templo, sino el portón lateral y el enrejado del atrio. La foto sería genialmente retro, si fuera intencionalmente editada para verse así. Pero no. Es una foto real, original, únicamente convertida a sepia y tomada con una cámara que duró 15 años en el olvido.
Era finales de los 80´s creo. Recibí un regalo. Una cámara fotográfica de formato 110, marca Unirex y hecha en China. Una pieza de tecnología que podía considerarse deshechable. Desafortunadamente no tuve la oportunidad de usarla. Guardé la caja y después de una mudanza, la caja quedó olvidada junto con esas cosas que todos guardamos y que nunca usamos, ya saben, "por si algún día se ofrece".
La cámara duró cerca de 15 años en el olvido. Y de pronto, un día, la caja fue encontrada y la cámara rescatada de su destierro. Con entusiasmo y curiosidad, me di a la tarea de comprar unas baterías y conseguir una película 110 para usar la cámara.
Sí, 15 años después. ¿Demasiado tarde?... no lo sabría hasta hacerla funcionar.
No fué nada fácil encontrar película 110. De hecho, la película que encontré era la última que tenían en una de tantas tiendas de fotografía que visité. Por la naturaleza sarcástica de sus comentarios, era fácil concluir que el dueño de la tienda quedó felíz de deshacerse por fin de esa pieza de inventario que seguramente nadie había querido por años.
Con mi preciado cargamento, una Fuji Superia 110, ISO 200, llegué a casa y cargué la película cuidadosamente. Deslicé una y otra vez la palanca para recorrer la película manualmente hasta que se trabó y se escuchó el esperado click. El visor indicaba que la película estaba lista en la exposición uno.
Coloqué las baterías en su sitio, cerré la pequeña tapa y deslicé el botón del flash a la posición de ON. Tras unos segundos interminables de escuchar el singular zumbido de carga, finalmente la luz naranja se encendió.
El paso final, hacer un disparo de prueba....no se me ocurrió nada, simplemente apunté la cámara hacia abajo y oprimí el disparador...mmmh, una malísima foto de mi pie derecho. No importa, sólo quería asegurarme que la cámara funcionaba. El zumbido de recarga inició de nuevo y posicioné la película en la exposición 2.
Sí, 15 años después la cámara había vuelto a la vida.
La duda ahora era ¿qué fotografiar?... me dirigí al centro de la ciudad a elegir algunos puntos icónicos del centro histórico. La verdad, no esperaba mucho de la cámara.
Como era de esperarse, de 24 exposiciones solo algunas fueron útiles. Las demás tenían toda clase de problemas, causados por la lente, por el mecanismo, por la película o por todas esas razones juntas.
Aún así, el resultado final no fué tan malo.
Ésta cabeza de águila con la leyenda Libertad, se encuentra afuera del Museo Casa Chihuahua, antes Palacio Federal, sobre la Avenida Juárez. Pocos saben que su nombre correcto es Estela de la Libertad. Las Estelas de la Libertad fueron ordenadas por el presidente Adolfo López Mateos con motivo del 150 aniversario de la Independencia de México. Fueron 260 monumentos idénticos y están colocados a lo largo de la ruta que siguió Miguel Hidalgo y Costilla, desde Dolores, Guanajuato, hasta la ciudad de Chihuahua.
Cuenta la historia que originalmente había 3 Estelas en la ciudad. Una de ellas, la 258, desapareció. La Estela 259 fue colocada en la Plaza San Francisco, frente al templo homónimo y la última, la 260, es la que aparece en la foto, justo afuera de donde se encontraba la entrada del calabozo donde estuvo preso Miguel Hidalgo.
Ésta es una vista de la fachada lateral oriente de Casa Chihuahua, desde la Plaza de los Estados Fronterizos, conocida como la Plaza de las Banderas. No es una toma común, ya que casi siempre se toman fotos de la fachada principal sobre la Calle Libertad.
Ésta es la torre del templo de San Francisco. El templo es una de las paradas obligatorias para el turismo y una de las joyas de la ciudad.
Ésta es la fachada interior en el patio del Palacio de Gobierno. Los arcos se encuentran en el tercer piso.
Finalmente, el kiosco del Parque El Palomar, uno de los lugares favoritos para pasear con los niños y la familia cada domingo.
Sin duda la película fotográfica jamás pierde su encanto. Vieja tecnología, pero ¿obsoleta?, no, jamás.
3 comentarios:
Que onda con el monumento que desaparecio? jajaja, estos malandros de hoy en dia estan gruesos :P chale.
Que chido que pudo encontrar ese tipo de pelicula, por lo menos para estrenarla y darle el uso que se merece a esa camara.
Me gustaron todas las fotos, pero mi favorita fue la de las fuentes.
Que curioso, normalmente ando por ahi y casi nunca me doy cuenta de la belleza de esas fuentes.
Que mal que no nos hemos topado ): pero que bien que si me recordara :)
A ver si luego se me hace verlo mientras fotografia quinceanieras :P
Un saludote, y mis mejores deseos para uteh y su familia.
Atte. R.a
Hola R.a, así es, siempre andamos por esa parte de la ciudad y nunca nos fijamos en las cosas que nos rodean. Al rato nos encontraremos por ahí, ya verás. Saludos.
Eres sin lugar a dudas un gran fotografo. no es necesaria mucha tecnologia para captar la belleza. Me ecanto la torre!
Saludos!!
maritza
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