La noche llegó muy temprano. De hecho, más temprano que cualquier otro día. El solsticio de invierno nos ha traído la noche más larga del año. Desde tiempos inmemoriales, es una fecha para toda clase de festividades y ceremonias en las más diversas culturas alrededor del mundo, desde Stonehenge a Chichen Itzá, de la festividad del Yule de los Celtas a las Saturnalias de los Romanos. Así que, guardando las debidas proporciones, ¿por qué no tener un festejo en Chihuahua el día del solsticio?. No faltaba más, que para pachangas y fandangos nos pintamos solos.
Los niños no dejan de gritar: aquí Mickey, aquí...., un Mickey Mouse reparte obsequios a los niños presentes mientras intenta mantener la vertical. Aunque lo neguemos, todos queremos verlo caer grotescamente y soltar la carcajada. Pero el muy aguafiestas resiste hasta el último segundo y sale airoso de la pista.
No es el único personaje que se atreve a desafiar a Sir Isaac Newton y sus leyes de la gravedad. Un Santa Claus y un enorme pollo rojiblanco divierten a la infinidad de niños que abundan por todas partes.
Poco antes, un encuentro de exhibición de hockey arranca no pocos gritos de emoción y aplausos de la concurrencia. Las gradas están a reventar y el acceso principal es un enorme tapón de gente. No hay manera de moverse, ni para atrás, ni para adelante.
Una vez que los personajes de fantasía abandonan la pista, un nutrido grupo de patinadoras y niños se presentan dando una sencilla pero bonita exhibición de sus habilidades sobre el hielo. Desde cuadros navideños en grupo hasta exhibiciones individuales con música clásica, la concurrencia no perdemos detalle de la plasticidad y belleza que se deslizan sobre la gélida superficie.
La exhibición termina y es hora de la verdad: docenas de personas hacen fila en la taquilla y poco a poco, los sencillos mortales empiezan a llenar la pista. Con algo de temor, pero mucha más temeridad, la gente empieza a deslizarse sobre el hielo. Más que patinar, caminan bien agarrados del pasamanos que rodea la pista. Aún así, muchos caen víctimas de un simple resbalón. Otros, caen de la manera más vergonzosa y ruidosa posible. Pero todos se levantan con una enorme sonrisa, porque el orgullo, ése se quedó en el hielo.
Los servicios de emergencia están justo a un lado de la pista. Los paramédicos esperan a bastantes clientes en lo que resta de la noche.
Una hora antes, la ceremonia de inauguración está en marcha. Un pequeño discurso y un mensaje navideño son parte del protocolo. Se corta el listón inaugural y la inesperada y ruidosa pirotecnia nos hace pasar del susto a la carcajada.
Una vez que los personajes de fantasía abandonan la pista, un nutrido grupo de patinadoras y niños se presentan dando una sencilla pero bonita exhibición de sus habilidades sobre el hielo. Desde cuadros navideños en grupo hasta exhibiciones individuales con música clásica, la concurrencia no perdemos detalle de la plasticidad y belleza que se deslizan sobre la gélida superficie.
La exhibición termina y es hora de la verdad: docenas de personas hacen fila en la taquilla y poco a poco, los sencillos mortales empiezan a llenar la pista. Con algo de temor, pero mucha más temeridad, la gente empieza a deslizarse sobre el hielo. Más que patinar, caminan bien agarrados del pasamanos que rodea la pista. Aún así, muchos caen víctimas de un simple resbalón. Otros, caen de la manera más vergonzosa y ruidosa posible. Pero todos se levantan con una enorme sonrisa, porque el orgullo, ése se quedó en el hielo.
Los servicios de emergencia están justo a un lado de la pista. Los paramédicos esperan a bastantes clientes en lo que resta de la noche.
Una hora antes, la ceremonia de inauguración está en marcha. Un pequeño discurso y un mensaje navideño son parte del protocolo. Se corta el listón inaugural y la inesperada y ruidosa pirotecnia nos hace pasar del susto a la carcajada.
La explanada del Foro Tricentenario de El Palomar es una auténtica romería. Decenas de carpas hacen las veces de tiendas y restaurantes. Hay de todo, desde pan de nuez hasta carne asada, sin faltar los tacos, los hot dogs y los elotes con crema.
Enmedio de todo el jolgorio, centenares de personas nos reunimos para ver aquéllo, una auténtica novedad en éstas tierras: una pista de patinaje sobre hielo.
Por primera vez y en el marco de los festejos del Tricentenario, el Gobierno del Estado y la Presidencia Municipal han hecho realidad la instalación de ésta nueva opción de diversión para la temporada vacacional navideña. Ya desde hace unos meses, en Cd. Cuauhtémoc funciona la Pista de Patinaje Manitoba, primera en su tipo en Chihuahua y gracias a la cual, en colaboración con las autoridades locales, se ha hecho realidad la pista en la ciudad capital.
Durante los siguientes 45 días, Chihuahua podrá presumir de tener su propia pista de patinaje sobre hielo. Sin duda sérá la atracción de la temporada para chicos, grandes, propios y extraños.
Durante los siguientes 45 días, Chihuahua podrá presumir de tener su propia pista de patinaje sobre hielo. Sin duda sérá la atracción de la temporada para chicos, grandes, propios y extraños.
5 comentarios:
Pues...por mas que intento no logro imaginarme a varios gringos danzando en el zocalo del D.F. como lo hacen un grupo de personas desde hace años, vestidos como los antiguos mexicas, Manuel. Y aunque Chihuahua está mas cerca fisicamente de E.U. donde si es común el uso de estas pístas de hielo, y que tal vez ni requieren de equipo especial para mantener el hielo...No puedo dejar de ver en esto el viejo adagio politico, "Al pueblo pan y circo...Al menos en el D.F. siempre hubo pistas de hielo..de paga...si la gente paga miles de pesos por un boleto para el futbol...
Saludos..soy Delfino
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Así es Delfino, por lo pronto ya tenemos dónde patinar y por lo visto, ya es todo un éxito. Independientemente de que se cobran 50 pesos por persona, el evento está altamente comercializado. Incluso, se vende cerveza. Creo que unas chelas bien heladas se recomiendan harto para mitigar el dolor de los golpes por las caídas...ja, ja...
Soy un buen cervecero Manuel...
pero... ¿Victoria beer on Ice?
No, no le encuentro..casi que
sentadito..lo que sea...porque
patinando...ni en mi juicio...
Delfino Castro
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pero que envidia de la buena...!!!
pero hemos de agarrar el urbano y un fin de semana de estos nos vamos a chihuas a patinar!!!
fotos geniales !!!
saludos desde la capital de mundo, sucursal del cielo, proximo puerto maritimo, sede del juicio final y no vive aqui el papa por cuestiones politicas !!!!
Ah, pues den la vuelta por acá, para patinar un rato. El ambiente se está poniendo muy bueno, la pista está llena todo el día. El Palomar parece pueblo en día de fiesta patronal....
Saludos a Parral....
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