Era una noche de cuento de Navidad.
Podías imaginarte dentro de una historieta navideña, o para los espíritus menos infantiles, bien podías imaginar una portada de revista deportiva.
En los ojitos de los niños se podía ver el asombro. En sus labios, la alegría.
Y en los jóvenes y adultos la cosa no era para nada distinta.
Frente a nosotros, la gélida y blanca superficie se convierte en un lienzo donde el patinaje sobre hielo está por dibujar una bella obra. Miles de personas nos hemos dado cita para admirar el espectáculo. El centro de la ciudad es una romería. La calle Libertad, a un lado de Plaza Mayor, se ha cerrado para convertirse en paseo peatonal donde encuentras desde artesanías hasta toda clase de comida. Desde los enormes y deliciosos tamales oaxaqueños, hasta las populares chilindrinas*.
Y sobre la plaza, la atracción principal. Las gradas lucen tan abarrotadas que imploras al cielo que deje de llegar gente. No hay manera ni de moverse. Las luces se apagan al tiempo que las emociones se encienden. La gallardía de los jóvenes patinadores y la belleza de las chicas sobre las hojas de acero nos llevan durante media hora a través de un espectáculo de comedia, plasticidad y coreografías navideñas. La compañía de patinaje viene desde Colorado, Estados Unidos.
La gente no deja de corear, aplaudir, animar y sorprenderse con cada salto, con cada cargada, con cada giro. Media hora que parecen 5 minutos.
Pero todo empezó unos días antes, el 2 de Diciembre, la noche de inauguración.
El escenario no podía ser más adecuado. El árbol monumental y el nacimiento** yacen a los pies de la columna del Ángel de Plaza Mayor. La plancha principal es ahora una pista de patinaje de 40x20 metros. Imposible contar la cantidad de gente….simplemente innumerable. No solo es la inauguración de la pista y la ceremonia tradicional de encendido del árbol navideño de Plaza Mayor.
También es la celebración de la posada que abre el Festival Navideño 2009. Sobre la calle Libertad, una serie de carpas esperan a todos los asistentes con miles de tamales y delicioso champurrado*** para acompañarlos.
Desde lejos, la luz de los reflectores iluminan los edificios gubernamentales. Desde muy lejos notas que algo grande está pasando. El centro de la ciudad está totalmente cerrado al tráfico. A falta de palabras adecuadas para describirlo, puedo decir que a donde dirigieras la vista había gente sobre la gente que ya de por sí estaba encima de la gente. O al menos eso parecía.
Pero soy afortunado, ingreso a la sección de prensa y desde ahí puedo presenciar todos los acontecimientos en primera fila. Primero, el protocolo de inauguración con el Gobernador del Estado y el Alcalde de la ciudad. El árbol monumental y el nacimiento se encienden. Luego, tras unos instantes, con pirotecnia se inaugura oficialmente la pista de patinaje.
Y el espectáculo empieza. La vista desde la zona de prensa es la mejor para la ceremonia de inauguración, no así para el espectáculo. Pero no hay prisa, hoy sólo fue la función de apertura. Ya tendré tiempo de verlo de nuevo, desde las gradas para apreciarlo mejor.
Si bien es cierto que en la ciudad se han presentado espectáculos de patinaje, nunca habíamos presenciado un espectáculo de patinaje profesional, gratuito y en pleno centro de la ciudad. Una de esas ocasiones que no debes dejar pasar.
Así que regreso un par de días después. Pero hay un pequeño inconveniente, la temperatura es de 4° C con viento de 25 kph. Se siente como -4° C. Las gradas son de metal, así que sentí que se me congelaban partes de mi cuerpo donde nunca pega la luz del sol. Pero aún con las inclemencias de la intemperie, es sorprendente que esté lleno de gente. Al acabarse el espectáculo, anuncian una función vespertina, el domingo 6 a las 4pm. Una oportunidad única para tomar fotografías con luz natural. No me lo puedo perder.
Es Domingo y la luz del sol se filtra entre el Palacio de Gobierno y Casa Chihuahua, cayendo de lleno sobre parte de las gradas y la pista de hielo. Hoy el clima no sólo no es inclemente. Todo lo contrario, es una perfecta tarde de otoño, soleada, alegre. La cantidad de gente es impresionante, muchos habían ido solo a patinar, pero se encontraron con la sorpresa de la función vespertina. El personal de la pista retira a todos los patinadores que la función ya va a comenzar.
La música y la alegría inundan la plaza. Familias enteras reunidas, parejas y grupos de amigos. Una tarde navideña perfecta. Las hojas de acero se deslizan sobre la helada superficie. En cada cambio de dirección, en cada impulso, en cada salto, el hielo rompe en una lluvia de escarcha. La gente canta, corea, aplaude y se entrega en descarada complicidad a la menor provocación de los patinadores. Y ellos, no dejan de sonreír, no tanto porque así lo exige la coreografía, sino porque la infecciosa alegría de la gente podía contagiar a Scrooge y al mismísimo Grinch.
Los niños saltan también de alegría y no pocos jóvenes (hombres y mujeres) lanzan piropos y silbidos, que las patinadoras están como para regalo navideño y los patinadores no cantan mal las rancheras, como decimos por acá.
Sí…podías imaginarte dentro de una historieta navideña, o para los espíritus menos infantiles, bien podías imaginar una portada de revista deportiva.
¡Felíz Navidad!.
Podías imaginarte dentro de una historieta navideña, o para los espíritus menos infantiles, bien podías imaginar una portada de revista deportiva.
En los ojitos de los niños se podía ver el asombro. En sus labios, la alegría.
Y en los jóvenes y adultos la cosa no era para nada distinta.
Frente a nosotros, la gélida y blanca superficie se convierte en un lienzo donde el patinaje sobre hielo está por dibujar una bella obra. Miles de personas nos hemos dado cita para admirar el espectáculo. El centro de la ciudad es una romería. La calle Libertad, a un lado de Plaza Mayor, se ha cerrado para convertirse en paseo peatonal donde encuentras desde artesanías hasta toda clase de comida. Desde los enormes y deliciosos tamales oaxaqueños, hasta las populares chilindrinas*.
Y sobre la plaza, la atracción principal. Las gradas lucen tan abarrotadas que imploras al cielo que deje de llegar gente. No hay manera ni de moverse. Las luces se apagan al tiempo que las emociones se encienden. La gallardía de los jóvenes patinadores y la belleza de las chicas sobre las hojas de acero nos llevan durante media hora a través de un espectáculo de comedia, plasticidad y coreografías navideñas. La compañía de patinaje viene desde Colorado, Estados Unidos.
La gente no deja de corear, aplaudir, animar y sorprenderse con cada salto, con cada cargada, con cada giro. Media hora que parecen 5 minutos.
Pero todo empezó unos días antes, el 2 de Diciembre, la noche de inauguración.
El escenario no podía ser más adecuado. El árbol monumental y el nacimiento** yacen a los pies de la columna del Ángel de Plaza Mayor. La plancha principal es ahora una pista de patinaje de 40x20 metros. Imposible contar la cantidad de gente….simplemente innumerable. No solo es la inauguración de la pista y la ceremonia tradicional de encendido del árbol navideño de Plaza Mayor.
También es la celebración de la posada que abre el Festival Navideño 2009. Sobre la calle Libertad, una serie de carpas esperan a todos los asistentes con miles de tamales y delicioso champurrado*** para acompañarlos.
Desde lejos, la luz de los reflectores iluminan los edificios gubernamentales. Desde muy lejos notas que algo grande está pasando. El centro de la ciudad está totalmente cerrado al tráfico. A falta de palabras adecuadas para describirlo, puedo decir que a donde dirigieras la vista había gente sobre la gente que ya de por sí estaba encima de la gente. O al menos eso parecía.
Pero soy afortunado, ingreso a la sección de prensa y desde ahí puedo presenciar todos los acontecimientos en primera fila. Primero, el protocolo de inauguración con el Gobernador del Estado y el Alcalde de la ciudad. El árbol monumental y el nacimiento se encienden. Luego, tras unos instantes, con pirotecnia se inaugura oficialmente la pista de patinaje.
Y el espectáculo empieza. La vista desde la zona de prensa es la mejor para la ceremonia de inauguración, no así para el espectáculo. Pero no hay prisa, hoy sólo fue la función de apertura. Ya tendré tiempo de verlo de nuevo, desde las gradas para apreciarlo mejor.
Si bien es cierto que en la ciudad se han presentado espectáculos de patinaje, nunca habíamos presenciado un espectáculo de patinaje profesional, gratuito y en pleno centro de la ciudad. Una de esas ocasiones que no debes dejar pasar.
Así que regreso un par de días después. Pero hay un pequeño inconveniente, la temperatura es de 4° C con viento de 25 kph. Se siente como -4° C. Las gradas son de metal, así que sentí que se me congelaban partes de mi cuerpo donde nunca pega la luz del sol. Pero aún con las inclemencias de la intemperie, es sorprendente que esté lleno de gente. Al acabarse el espectáculo, anuncian una función vespertina, el domingo 6 a las 4pm. Una oportunidad única para tomar fotografías con luz natural. No me lo puedo perder.
Es Domingo y la luz del sol se filtra entre el Palacio de Gobierno y Casa Chihuahua, cayendo de lleno sobre parte de las gradas y la pista de hielo. Hoy el clima no sólo no es inclemente. Todo lo contrario, es una perfecta tarde de otoño, soleada, alegre. La cantidad de gente es impresionante, muchos habían ido solo a patinar, pero se encontraron con la sorpresa de la función vespertina. El personal de la pista retira a todos los patinadores que la función ya va a comenzar.
La música y la alegría inundan la plaza. Familias enteras reunidas, parejas y grupos de amigos. Una tarde navideña perfecta. Las hojas de acero se deslizan sobre la helada superficie. En cada cambio de dirección, en cada impulso, en cada salto, el hielo rompe en una lluvia de escarcha. La gente canta, corea, aplaude y se entrega en descarada complicidad a la menor provocación de los patinadores. Y ellos, no dejan de sonreír, no tanto porque así lo exige la coreografía, sino porque la infecciosa alegría de la gente podía contagiar a Scrooge y al mismísimo Grinch.
Los niños saltan también de alegría y no pocos jóvenes (hombres y mujeres) lanzan piropos y silbidos, que las patinadoras están como para regalo navideño y los patinadores no cantan mal las rancheras, como decimos por acá.
Sí…podías imaginarte dentro de una historieta navideña, o para los espíritus menos infantiles, bien podías imaginar una portada de revista deportiva.
¡Felíz Navidad!.
* Una chilindrina es un platillo callejero elaborado con una base de chicharrón o fritura de trigo frita complementada con aguacate, tomate, lechuga, crema, queso, salsa y cualquier otro ingrediente que provoque gastritis
** Conocido también como belén.
** Conocido también como belén.
*** El champurrado es una bebida caliente tradicional en México, un atole hecho a base de leche, agua, masa de maíz, piloncillo, canela y chocolate.