martes, 29 de abril de 2008

Día del Niño

Sucedió hace ya un tiempo. Caminando por la calle Libertad, la ví sentada en la banqueta, pidiendo limosna. En un primer momento no hice mucho caso de su presencia. Sin embargo, metros más adelante, algo en mí no sólo me hizo voltear de nuevo, sino devolverme.


Su figura frágil era bastante conmovedora, no tanto por su evidente pobreza, sino por su mirada. Una mirada que a pesar de la miseria, era limpia, cálida y tímida a la vez. Y no estaba sola. No, la acompañaba un niño de apenas unos 3 o 4 años de edad.


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Casi no hablaba español y por su vestimenta, era más que claro que venía del sur del país. De alguna de tantas etnias que dentro de nuestro propio país, califican perfectamente como refugiados. Refugiados porque tienen que huír de caciques, miseria, marginación y explotación lejos de su tierra, sólo para encontrar más caciques, miseria, marginación y explotación en otras tierras.


El pequeñín no sabía hacer otra cosa que reír, y es que a esa edad, cualquier cosa es divertida. No importa andar descalzo. No importa la suciedad en la carita o en la ropa. El mundo entero es un parque de diversiones.


Mientras que para algunos niños un Xbox y un iPod no son suficientes ni para sonreír, para otros, una lata de refresco vacía es suficiente para soñar.


Probablemente el niño jamás había visto a un Tigger, un Winnie Pooh o a un Mickey Mouse, pero también era fácil deducir que no los necesitaba en su vida. Una simple caricia de su madre era suficiente para ser felíz hoy, mañana y siempre. ¿Quién necesita de un personaje de fantasía cuando la mejor realidad es el amor de una madre?.


A veces no es fácil ser niño. No cuando no hay un padre a quien admirar y amar. No cuando sólo comes una vez al día, o a veces, cada tercer día. No cuando sólo tienes dos cambios de ropa, o a veces, sólo uno. No cuando tu cobija es el sol y tu techo es el rebozo de tu madre.


Hablé un poco con ellos, les dejé algo de dinero y seguí mi camino. Miré hacia atrás y aquél niño tenía aún cara de sorpresa….y seguía sonriendo.


Es fácil caer en los enredos de la mercadotecnia. Es fácil comprar un regalo. Es fácil pretender la felicidad de un niño dándole cosas, porque al darle algo, obviamente sonríe. Lo triste, es que esa es la visión del adulto, cuando lo que la gran mayoría de los niños, lo único que quiere, es amor.


Así de simple, así de increíblemente complicado de entender.


La ley de la vida indica que debemos crecer y forzosamente, debemos olvidarnos del niño que fuimos, como si fuera una muda de piel, una piel que se deshecha, que dejamos atrás, que se seca y se convierte en polvo.


Pero de cuando en cuando, debemos de volver a nuestras raíces, sonreír por nada y sorprendernos por todo. Pasear en bici, patear un balón, tomar una soda en bolsita de plástico, aplastar un Gansito dentro de su bolsa y sorberlo.


¡Felíz día del niño!, o mejor dicho, ¡felíz día para tí, cuando eras niño!.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmh... aplastar un Gansito en su bolsa y sorberlo... nunca lo intente en esa etapa de mi vida, francamente, nunca intente nada.

Madre e hijo... cuando la madre protege a su hijo entre sus brazos, cuando esta deja que su hijo duerma o simplemente descanse en su regazo, acariciando su rostro cuando este llora, cuando sonrie, incluso cuando no hace nada, es de la poca hermosura que queda en el mundo en estos dias.

Bueno, creo que es lo mas hermoso que pude haber pedido y recibido en dicha etapa, pero bueno...

Uno nunca deja de ser niño, en si, siempre se mantiene en la mente una pequeña e inofensiva sonrisa, una minima gotita de ilusion, supongo que con eso basta para aun ser niño.

Bueno, me retiro, espero verlo luego, saludos.

Hasta luego.


Atte: R.A.

Manuel Muñoz Aldana dijo...

Nunca debe dejar uno de ser niño. El mundo es ya de por sí un lugar demasiado dramático como para empeorarlo con cosas de adultos.

Charra Frijolera dijo...

hola morrito, que bueno que estas de regreso. Ya actualice mi link y estoy aqui contenta leyendote. Regrese ayer de oaxaca y de chiapas y todo lo que dices lo pense hace unos dias. Todavia traigo pegada la mirada de los chiquitos de mirada limpia.
Un abrazo

Charra Frijolera dijo...

ah porque 614?

Manuel Muñoz Aldana dijo...

Hola Pao!, pues me enteré que andabas de vacaciones por el último post que ví en La Charra. Y la verdad ¡qué envidia!, hace años que quiero ir a conocer allá donde andabas y hacer un tour fotográfico por Chiapas, Oaxaca y Michoacán. Algún día lo haré, no pierdo las esperanzas.
Y sí, realmente la mirada de esa gente sencilla es inolvidable. Es la mirada de la pureza del alma.

Manuel Muñoz Aldana dijo...

Como el blog va a contener mayormente material acerca de lo que sucede en la ciudad, me pareció buena idea darle un nombre que tuviera algo distintivo y único de la ciudad. Y el código de área telefónico, sin duda lo es.

Charra Frijolera dijo...

ohh si, el codigo del area. Pues definitivamente tienes que ir, vas a andar como loco quieriendo tomar fotos en cada rincon. Es maravilloso, no la pienses mucho, a mochilazo, como le hacen los europeos.

Manuel Muñoz Aldana dijo...

Sí Pao, la verdad es algo que quiero hacer y cada vez que veo revistas como México Desconocido o como el National Geographic Traveller, la verdad que me esntusiasma mucho. Y definitivamente, a mochilazo limpio, para conocer esos rincones y gentes que sólo a pie, en camión urbano y en los mercados se pueden conocer.