Latin Tango

Sexto día de eventos del 4to. Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua.

A diferencia de la noche anterior, no éramos los 30 mil que, según la prensa local, asistimos al concierto de Margarita, la Diosa de la Cumbia. No, éramos mucho, pero mucho menos, tal vez menos de 5 mil, pero el espectáculo nos convirtió en esa afortunada elite que se deleitó de principio a fin con esa mezcla de sensualidad, erotismo, pasión y baile llamada Tango.

Latin Tango es un espectáculo con cantantes, músicos y bailarines de Argentina y México que interpretan y bailan el Tango clásico así como sorprendentes arreglos de música popular mexicana a ritmo de Tango.

Escuchar Desde que te Conocí de Juan Gabriel o Anda y Ve de José José en versión Tango, fué de verdad sorprendente. Tan buenos eran los arreglos que cualquiera diría que esas canciones nacieron en la tierra de Gardel. Igual suerte corren canciones de Agustín Lara y Armando Manzanero en manos de este grupo de virtuosos.

No en balde Latin Tango es considerado entre los mejores espectáculos de Tango en la actualidad. Con excelsos músicos, cantantes y bailarines, el espectáculo es un lujo para los oídos y un festín para la vista.

El Tango es uno de los géneros musicales y de baile más apreciados en el mundo entero. Es espectacular, erótico, a veces incomprensible pero innegablemente bello. Su plasticidad y riqueza visual rompe todos los moldes. Pasos que hipnotizan, movimientos que sorprenden, a veces lentos, a veces tan rápidos que uno se pregunta de qué están hechos quienes lo bailan. Y si eso no fuera suficiente, Latin Tango incorpora coreografías para hacerlo más impactante, si es que eso es posible.

Si bien es cierto que todo el show es espectacular, el grupo de bailarines se lleva las palmas. Hombres de galanura de fábula y mujeres de belleza imposible cuyo dominio técnico y lenguaje corporal le dan a la música el complemento perfecto para un show de primerísima categoría.

El característico sonido del bandoneón y los complejos pasos de la danza rioplatense se conjugaron en un show que nos llevó hasta el corazón de esos arrabales, de los que habla Gardel, donde el amor se sufre, la pasión envenena y la desdicha se sublima en sensualidad.