7 días, 875 kilómetros, 17 municipios, 123 ciclistas, 8 países.
Un año más las carreteras del Estado son escenario de la Vuelta Chihuahua Internacional, uno de los mejores eventos del ciclismo profesional de latinoamérica.
Un fiesta de color, potencia física y velocidad. Siete etapas en un recorrido que llevó a los ciclistas desde la Ciudad de Chihuahua a Camargo, Parral, Guachochi, Creel, Barrancas del Cobre, Cuauhtémoc y de regreso a la capital para la última etapa, un recorrido urbano de 84 kms. por las calles de la ciudad.
Aluminio aeronáutico, titanio, fibra de carbono, kevlar y comunicaciones inalámbricas. Todo a bordo de esos biciclos de alta tecnología. Materiales exóticos que cobran vida sólo gracias a algo mucho más complejo y exótico: el músculo.
Es el Domingo 12, cerca del medio día. El sol a todo lo que da, pero como sucede en éstas tierras en otoño, si estás bajo los rayos del sol, el calor es insoportable, te mueves a la sombra y en un par de minutos el viento frío te regresa de nuevo al sol.
La meta se sitúa en la Plaza Mayor y mientras los ciclistas dan una y otra vuelta al circuito urbano, la gente empieza a llenar la explanada. El grupo de danza folklórica de uno de los Colegios de Bachilleres presenta bonitos bailables y ocurre algo curioso. La gente se arremolina para verlos, pero en cuanto pasa el pelotón de ciclistas, todo mundo corre hacia la calle y se quedan sin un solo espectador. Un par de minutos y la gente regresa y la historia se repite una y otra vez.
Los patrocinadores regalan souvenirs y la gente simplemente se mueve en masa hacia donde haya regalos. Por momentos, todo es un caos muy ordenado, de los bailables a la calle, luego a los regalos, luego a la sombra, luego al sol.
Los niños esperan con ansia la llegada de los ciclistas para ver de cerca esas increíbles bicicletas, las mamás de los niños, para ver a esos increíbles ciclistas y los papás de los niños, a ver a las increíbles edecanes. O sea, un día muy normal en familia.
Y todos los demás, bueno, a divertirnos. En la plaza Hidalgo, veo a un par de extranjeros tomando el sol. Son parte del equipo Elk-Haus-Simplon de Austria y platicamos por algunos minutos y a quienes les envío un saludo ya que prometieron visitar el blog para ver sus fotos.....Grüß Gott! Hannes, Grüß Gott! Karl...I hope you´ve enjoyed our sunny city!!!...
La vuelta termina. La prensa que en esta ocasión incluso viene desde Alemania y Japón, llama poderosamente la atención de propios y extraños. La ceremonia de premiación da inicio y todos nos arremolinamos apretujadamente alrededor del podium.
Entre premios, flores, mucho colorido, aplausos y baños de sidra, la ciudad trata de volver a la normalidad. Para quienes somos fans del ciclismo o lo hemos practicado alguna vez en la vida, este es uno de esos eventos que esperamos año con año y que esperamos que cada vez sea más grande y mejor.
1 comentario:
Gracias Fantomas y ya visitaré tu blog!. ¡Gracias por la visita!.
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