Mariachi Vargas y José Luis Ordóñez

Clausura del 4to. Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua.

Ninguna gran fiesta en México termina sin música de Mariachi. Y el Festival no es la excepción.

12 de Octubre, es el cumpleaños 299 de nuestra ciudad y nada más adecuado que empezar con Las Mañanitas, la canción tradicional que en México se le canta a quien cumple años. Y qué mejor que en la voz y música del mejor Mariachi del mundo.

Noche de gala en la que no sólo pudimos ver y escuchar el completísimo show del Mariachi Vargas de Tecalitlán, sino que también estuvieron en el escenario la Orquesta del Conservatorio de la Ciudad de Chihuahua y el tenor chihuahuense José Luis Ordóñez, quien primero nos deleitó con la orquesta, luego con el mariachi.

El Mariachi Vargas tiene ya una tradición de más de 100 años desde que fué creado y reúne a los mejores músicos y cantantes del género. Igual interpretan el son, el huapango, el corrido, las rancheras o incluso música pop. Su poder de convocatoria es inmenso y siempre abarrotan cualquier lugar en el que se presentan, sea en México o en cualquier país del mundo a donde lleven nuestra música. Cuentan con una notable discografía y una vez más han venido al Festival Internacional de la Ciudad.

El Foro Tricentenario de El Palomar lució de nueva cuenta con un lleno absoluto. De un popurrí al otro, interpretaron una gran cantidad de canciones de todos los tiempos, de todos los compositores y de todo México.

De las rancheras de José Alfredo Jiménez a los huapangos de Rubén Fuentes, de los sones de Jalisco a las canciones de Juan Gabriel. Un viaje por gran parte del repertorio de esa música que todos conocemos, porque es tan nuestra como ésta tierra en la que vivimos. Pero también hubo lugar para el humor, que el mariachi y el relajo van de la mano. No podía faltar El Mariachi Loco, tal vez la canción más alegre, pegajosa y bailable que un mariachi pueda interpretar.

Teniendo en el escenario a semejante Mariachi, El Corrido de Chihuahua era obligado y como dice el refrán, para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo. Así que el tenor chihuahuense José Luis Ordóñez hizo los honores al cantarle a la india vestida de sol, al mineral del Parral, a esas liebres orejeras, a los pinos de Majalca, a los asaderos de Villa Ahumada, a la Cascada de Basaseachic, al ganado cara blanca y a la gente valiente, noble y leal.

Del canto al baile, los asistentes disfrutamos una noche a ritmo de mariachi, esa música que nos distingue en el mundo, esa música que a base de violines, guitarras, trompetas, guitarrones, arpas y vihuelas, nos hace cantar y bailar porque simplemente la llevamos en los genes.

Un lleno total con gente de todas las clases sociales y todas las edades. Un final de fiesta para el Festival y una despedida de lujo a los eventos masivos que por casi un mes se presentaron en nuestra ciudad, primero, dentro del Festival Internacional Chihuahua, seguidos luego por los eventos del Festival Internacional de la Ciudad.

Pero la fiesta no ha terminado. La cuenta regresiva para el Tricentenario de la Ciudad, apenas ha comenzado. Durante los siguientes 365 días, una serie de eventos artísticos, culturales y deportivos se llevarán a cabo en éstas tierras para conmemorar tan importante fecha.

¡¡¡Qué Bonito es Chihuahua!!!....