martes, 30 de septiembre de 2008
Ely Guerra y Kinky
lunes, 29 de septiembre de 2008
Olodum VS Air Supply
Tan extraño como se oye, así fué la noche de anoche. Dos grupos y dos escenarios muy distintos. Plaza Mayor con Olodum y su carisma, ritmo, festividad y color desbordantes. El Palomar con Air Supply y el romanticismo de esas canciones que quienes vivimos los 80´s simplemente no podemos separarlas de nuestras memorias de aquéllos tiempos.
Curiosamente, ambos grupos saltaron a la escena mundial casi al mismo tiempo.
Olodum es una abreviación de Olodumaré, Dios de todos los dioses, creador del mar, la tierra y las estrellas en la religión Candomblé de la población nigeriana Yoruba del estado brasileño de Bahía. El Candomblé es una mezcla religiosa de creencias africanas y fé cristiana. Bahía es el estado con mayor población negra y mulata y con mayor influencia africana de la nación verdeamarhela.
Debido a sus abundantes cultivos de caña, requirió una gran cantidad de mano de obra, que provino en su momento, del enorme tráfico de esclavos desde Africa, lo cual vendría a darle esos profundos y únicos rasgos étnicos y culturales al Brasil de nuestro tiempo.
Olodum, como proyecto, surgió en 1979, en la ciudad de Salvador, como una ONG dedicada a preservar la cultura y defender los derechos de la población negra y los marginados. Es también uno de los proyectos educativos y sociales civiles más importantes de Brasil. Eventualmente, surgió la banda Olodum, la cual a través de la música, ha llevado la voz del proyecto y la presencia de Brasil al mundo entero.
Hace años, ví un video de una canción de Michael Jackson, They don´t care about us, filmado en una favela en Rio de Janeiro. Lo que más llamó mi atención fué el espectacular y colorido grupo de percusionistas que aparecen a lo largo del video. Se trataba ni más ni menos que de Olodum.
La noche en Plaza Mayor ya pinta para fiesta. El sólo hecho de mencionar Brasil, ya es motivo suficiente para estar de buen humor. En primeras filas, un pequeño pero muy entusiasta grupo de la comunidad brasileña local y de integrantes del grupo de capoeira Abadá, ya se notan impacientes mientras la plaza se llena de gente.
Olodum sube al escenario y con el propósito de obtener buenas tomas, me acerco hacia las primeras filas, junto al grupo de jóvenes cariocas. En cuanto suenan las primeras notas, aquéllo se convierte en una fiesta, todos se paran y empiezan a corear y a bailar. Simplemente quedé atrapado enmedio de un microcarnaval.
A petición de uno de los vocalistas de Olodum, la gente se pone de pie para bailar y disfrutar el espectáculo. Música típica brasilera, con todo el sabor de la samba y los ritmos africoantillanos que hacen bailar hasta a un muerto de tres días.
Y todos nos dejamos llevar por el ritmo de las percusiones, los enormes tambores y el inigualable carisma y alegría de los integrantes del grupo que igualmente no dejaban de bailar e interpretar cada nota como sólo los brasileños lo saben hacer.
Una fiesta de color, música y júbilo para despedir a Plaza Mayor como escenario de eventos del Festival Internacional.
Mientras tanto, no muy lejos, en El Palomar, el otro foro público masivo de nuestra urbe, se inaugura el 4to. Festival de la Ciudad. En escena Air Supply. El dueto australiano que desde 1975 ha cautivado a millones con su romance y sus canciones que ya son clásicas.
Fué durante mis años en la escuela preparatoria cuando escuché por primera vez una canción de Air Supply, Lost in Love y que por azares del destino, es precisamente la canción que escucho al llegar a El Palomar desde Plaza Mayor.
Esa canción y muchas otras de Air Supply, son parte del soundtrack de mi vida, de esos años de estudiante, de grandes esperanzas y amores imposibles, de duras realidades, de mucha escasez y muchos más sacrificios aún.
Una juventud de idealismos y de cambios. Una juventud que lo vivió todo en un principio a ritmo de Donna Summer o KC & The Sunshine Band y en un final a ritmo de Depeche Mode o INXS, a través de aquélla pequeña radiograbadora, que lo mismo me acompañaba en las largas noches de estudio previas a un exámen o en las noches que simplemente disfrutaba de la música.
El lugar simplemente luce a reventar. El Palomar es de por sí lugar obligado de paseo familiar de miles de chihuahuenses cada domingo y ésta vez se añaden muchos miles más para la gran inauguración. Desde la gran explanada hasta la plaza del kiosco, la gente se amontona y corea las tan conocidas letras de All Out of Love y Making Love Out Of Nothing at All.
Todo un mosaico ver la ladera de la pequeña colina de la plaza del kiosco convertida en un gigantesco graderío repleto de gente disfrutando el concierto a través de las pantallas gigantes.
Familias, niños en carreolas, jóvenes y sobre todo, parejas, muchas de ellas de 30 y 40 años, auténticos ochenteros, nos reunimos para revivir esos tiempos cuando Russell Hitchcock y Graham Russell presentaron una alternativa romántica en un mundo musical invadido por el rock punk de un Billy Idol, el electro pop de New Order o Anything Box o el rock de Def Leppard y Bon Jovi, por no mencionar los últimos vestigios de la música disco de Earth, Wind & Fire o del funk de Kool & The Gang.
Debido a que llegué ya en la parte final del show, me fué muy difícil poder acercarme al escenario, dado el mar de gente que había, pero me las arreglé para tomar un par de fotos.
Air Supply ha venido a Chihuahua tres o cuatro veces y cada vez que se presenta, llena el escenario. Es sin duda un grupo consentido de ésta ciudad.
Una noche diversa, para distintos gustos y edades. Para los que pudimos asistir a ambos eventos, una noche muy completa, como para regresar a casa y dormir con una sonrisa en los labios.
domingo, 28 de septiembre de 2008
Stomp
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sábado, 27 de septiembre de 2008
African Footprint
jueves, 25 de septiembre de 2008
Babacar y los Diengoz
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Homenaje al Acordeón y Saxofón
Se le puede rastrear en el pasado hasta los tiempos del virreinato, cuando el violín era el alma de la música popular. Mezclada y fusionada con el chotís, género de baile español y los estilos de baile nativos, la música y el baile populares empezaron a tomar forma propia y una identidad única dentro del contexto de las ferias y festividades de aquéllos tiempos.
Conforme la población se expandió hacia las vastas tierras del norte y con la llegada de inmigrantes alemanes y checos que trajeron la polka y el acordeón, surgió un género musical muy propio del norte del país. Un género musical eminentemente popular y de las zonas rurales que nació y permanece hasta nuestro tiempo como uno de los géneros más importantes de la música en nuestro país: la música norteña.
Desde sus orígenes, ha sido y permanece siendo un género de música absolutamente festivo y alegre. Se le conoce también como género grupero. En la actualidad ha tomado distintas formas típicas de varias zonas del norte de México y sur de Estados Unidos, desde el estilo de los grupos musicales de Nuevo León o Coahuila hasta el Tex-Mex, sin dejar de mencionar la banda sinaloense o el más reciente estilo duranguense. Estilos que han incorporado distintos instrumentos, ritmos y sonidos.
Chihuahua, mucho antes de ser un estado con economía industrial y comercial, fué y sigue siendo esencialmente agrícola y ganadero. Con profundas raíces en el campo y un folklor que es envidia de muchos, ha sido un campo fértil también para la música. Regiones como Ojinaga o Nonoava han producido dinastías completas de músicos que son referentes de la música norteña a nivel nacional.
Los detractores de la música norteña la asocian erróneamente con las clases sociales populares, pobres o incultas del campo y la ciudad. No son pocos quienes la clasifican como música para nacos, es decir, para gente sin clase, estilo, cultura o educación. Nada más errado. No solamente es parte del folklor chihuahuense y de México, del que debemos sentir orgullo, sino que es un género musical que está arraigado en todas las clases sociales de nuestra comunidad y que no sólo nos representa internacionalmente, sino que es muy apreciado en el extranjero y ha invadido la escena musical nacional.
La noche de anoche, fué una noche de sombreros, botas vaqueras y fiesta, noche de acordeón y saxofón. Una noche para escuchar canciones indispensables en una buena pachanga, como los 500 Novillos o Coco Rayado, una noche para escuchar grupos como Nonoava, Amanecer o Los Villalobos. Y no, Plaza Mayor no estaba llena de nacos, había de todo, familias completas, niñas fresas, chavitos bien, adultos mayores y jóvenes estudiantes. Y no fueron pocos los que se animaron a bailar, que de no ser por las restricciones de espacio y orden, aquéllo se hubiera convertido en la pista de baile más grande de México.
No hay buena fiesta que no termine con música norteña, ni gente que se le resista. Hasta la gente que la clasifica como música naca, termina bailándola y de eso, he sido testigo en múltiples ocasiones, tanto como invitado a algún festín como en mi trabajo haciendo fotografía de eventos sociales que van de lo más popular a lo más exclusivo y nice.
Nada más fíjense lo que pasa en temporada de la Expogan, hasta los más fresas y cosmopolitas se convierten en urban cowboys y hacen a un lado a U2, Coldplay y Belanova para pistear en sus Beemers y Hummers oyendo al Conjunto Primavera.
Si alguna vez quieren darse la divertida y bailada de su vida, simplemente vayan a una boda de rancho en esta india vestida de sol, nuestra tierra. Son simplemente inolvidables, no sólo por la música sino por la gente. Ya lo dice nuestro corrido: pa´ gente buena Chihuahua, que es valiente, noble y leal.....y bien bailadora agregaría yo.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Taikoproject
Genial, espectacular, conmovedor.
5to. día de eventos masivos del 4to. Festival Internacional Chihuahua.
Taiko significa tambor y es también el nombre genérico para ésta tradición japonesa de las percusiones utilizando una variedad de tambores, acompañados por algunos instrumentos de viento en los que predomina la flauta. En lo personal, yo había visto videos de otro grupo de taiko, nativo de Japón, Yamato, quienes son tal vez el grupo de taiko más reconocido a nivel mundial y a través del cual, algunos hemos conocido ésta tradición japonesa.
Oriundos de Los Angeles, Taikoproject nació en el año 2000 y está integrado por jóvenes norteamericanos de ascendencia nipona, quienes se han dado a la tarea de rescatar y mantener ésta tradición en suelo americano. Pero van más allá: han fusionado el taiko con coreografías, hip hop, música popular contemporánea y multimedia. El show que se presentó aquí, es una adaptación de algunos de sus shows que presentan en sus giras, especialmente en la región oeste de Estados Unidos.
La presentación de este domingo, es la primera que hace Taikoproject en México y estoy seguro que vendrán muchas más.
Taikoproject tiene en su corta vida el haber musicalizado un comercial para Nike y otro para Mitsubishi. Ha colaborado en proyectos musicales con el rapero Xzibit, con DJ Tiesto y con Kanye West. Ha colaborado en los shows de lanzamiento de productos para Infinity, Boeing y Mazda entre otros. Su primer DVD es el más vendido en el género en la historia en Estados Unidos y en el 2005 ganaron el campeonato mundial de Taiko en Tokio.
Pero eso es sólo una semblanza. Anoche, dieron cátedra de energía, vitalidad, alegría y talento. Hay maneras de ganarse al público. Una de ellas es comunicarse en su propio idioma. Apenas en mi anterior post sugerí que hubiera un programa para entender mejor el espectáculo. Esta vez no hizo falta. En un español leído y mejor pronunciado que el de muchos mexicanos que conozco, diferentes miembros del grupo presentaron y explicaron los diferentes números presentados en el show. Se nota que hicieron su tarea, porque leer el español así, requiere mucha práctica.
El resultado de este ejercicio de comunicación fué inmediato y evidente. El público se conectó de lleno con el espectáculo y con los integrantes del grupo convirtiendo aquéllo en una verdadera fiesta. Cuando el público y el artista interactúan, deja de ser show para convertirse en magia.
Si eso no fuera suficiente, durante la interpretación del número final con flauta, de pronto, las notas de la música tradicional japonesa se convirtieron en Cielito Lindo, lo que causó la admiración y sorpresa del público, quien de inmediato se puso a cantar acompañados por la flauta y el taiko.
Cuando al finalizar la gente te aplaude de pie y corea tu nombre, significa sólo una cosa: eres muy, pero muy bueno en lo que haces. Si bien el espectáculo es grandioso en sí, lo notable es la alegría con la que lo hacen y obviamente, cuando haces lo que te gusta y lo disfrutas, eventualmente te convertirás en el mejor.