Duodécimo día de eventos del 4to. Festival Internacional Chihuahua y 1er. día de eventos del 4to. Festival de la Ciudad.
Tan extraño como se oye, así fué la noche de anoche. Dos grupos y dos escenarios muy distintos. Plaza Mayor con Olodum y su carisma, ritmo, festividad y color desbordantes. El Palomar con Air Supply y el romanticismo de esas canciones que quienes vivimos los 80´s simplemente no podemos separarlas de nuestras memorias de aquéllos tiempos.
Curiosamente, ambos grupos saltaron a la escena mundial casi al mismo tiempo.
Olodum es una abreviación de Olodumaré, Dios de todos los dioses, creador del mar, la tierra y las estrellas en la religión Candomblé de la población nigeriana Yoruba del estado brasileño de Bahía. El Candomblé es una mezcla religiosa de creencias africanas y fé cristiana. Bahía es el estado con mayor población negra y mulata y con mayor influencia africana de la nación verdeamarhela.
Debido a sus abundantes cultivos de caña, requirió una gran cantidad de mano de obra, que provino en su momento, del enorme tráfico de esclavos desde Africa, lo cual vendría a darle esos profundos y únicos rasgos étnicos y culturales al Brasil de nuestro tiempo.
Olodum, como proyecto, surgió en 1979, en la ciudad de Salvador, como una ONG dedicada a preservar la cultura y defender los derechos de la población negra y los marginados. Es también uno de los proyectos educativos y sociales civiles más importantes de Brasil. Eventualmente, surgió la banda Olodum, la cual a través de la música, ha llevado la voz del proyecto y la presencia de Brasil al mundo entero.
Hace años, ví un video de una canción de Michael Jackson, They don´t care about us, filmado en una favela en Rio de Janeiro. Lo que más llamó mi atención fué el espectacular y colorido grupo de percusionistas que aparecen a lo largo del video. Se trataba ni más ni menos que de Olodum.
La noche en Plaza Mayor ya pinta para fiesta. El sólo hecho de mencionar Brasil, ya es motivo suficiente para estar de buen humor. En primeras filas, un pequeño pero muy entusiasta grupo de la comunidad brasileña local y de integrantes del grupo de capoeira Abadá, ya se notan impacientes mientras la plaza se llena de gente.
Olodum sube al escenario y con el propósito de obtener buenas tomas, me acerco hacia las primeras filas, junto al grupo de jóvenes cariocas. En cuanto suenan las primeras notas, aquéllo se convierte en una fiesta, todos se paran y empiezan a corear y a bailar. Simplemente quedé atrapado enmedio de un microcarnaval.
A petición de uno de los vocalistas de Olodum, la gente se pone de pie para bailar y disfrutar el espectáculo. Música típica brasilera, con todo el sabor de la samba y los ritmos africoantillanos que hacen bailar hasta a un muerto de tres días.
Y todos nos dejamos llevar por el ritmo de las percusiones, los enormes tambores y el inigualable carisma y alegría de los integrantes del grupo que igualmente no dejaban de bailar e interpretar cada nota como sólo los brasileños lo saben hacer.
Una fiesta de color, música y júbilo para despedir a Plaza Mayor como escenario de eventos del Festival Internacional.
Mientras tanto, no muy lejos, en El Palomar, el otro foro público masivo de nuestra urbe, se inaugura el 4to. Festival de la Ciudad. En escena Air Supply. El dueto australiano que desde 1975 ha cautivado a millones con su romance y sus canciones que ya son clásicas.
Fué durante mis años en la escuela preparatoria cuando escuché por primera vez una canción de Air Supply, Lost in Love y que por azares del destino, es precisamente la canción que escucho al llegar a El Palomar desde Plaza Mayor.
Esa canción y muchas otras de Air Supply, son parte del soundtrack de mi vida, de esos años de estudiante, de grandes esperanzas y amores imposibles, de duras realidades, de mucha escasez y muchos más sacrificios aún.
Una juventud de idealismos y de cambios. Una juventud que lo vivió todo en un principio a ritmo de Donna Summer o KC & The Sunshine Band y en un final a ritmo de Depeche Mode o INXS, a través de aquélla pequeña radiograbadora, que lo mismo me acompañaba en las largas noches de estudio previas a un exámen o en las noches que simplemente disfrutaba de la música.
El lugar simplemente luce a reventar. El Palomar es de por sí lugar obligado de paseo familiar de miles de chihuahuenses cada domingo y ésta vez se añaden muchos miles más para la gran inauguración. Desde la gran explanada hasta la plaza del kiosco, la gente se amontona y corea las tan conocidas letras de All Out of Love y Making Love Out Of Nothing at All.
Todo un mosaico ver la ladera de la pequeña colina de la plaza del kiosco convertida en un gigantesco graderío repleto de gente disfrutando el concierto a través de las pantallas gigantes.
Familias, niños en carreolas, jóvenes y sobre todo, parejas, muchas de ellas de 30 y 40 años, auténticos ochenteros, nos reunimos para revivir esos tiempos cuando Russell Hitchcock y Graham Russell presentaron una alternativa romántica en un mundo musical invadido por el rock punk de un Billy Idol, el electro pop de New Order o Anything Box o el rock de Def Leppard y Bon Jovi, por no mencionar los últimos vestigios de la música disco de Earth, Wind & Fire o del funk de Kool & The Gang.
Debido a que llegué ya en la parte final del show, me fué muy difícil poder acercarme al escenario, dado el mar de gente que había, pero me las arreglé para tomar un par de fotos.
Air Supply ha venido a Chihuahua tres o cuatro veces y cada vez que se presenta, llena el escenario. Es sin duda un grupo consentido de ésta ciudad.
Una noche diversa, para distintos gustos y edades. Para los que pudimos asistir a ambos eventos, una noche muy completa, como para regresar a casa y dormir con una sonrisa en los labios.
Tan extraño como se oye, así fué la noche de anoche. Dos grupos y dos escenarios muy distintos. Plaza Mayor con Olodum y su carisma, ritmo, festividad y color desbordantes. El Palomar con Air Supply y el romanticismo de esas canciones que quienes vivimos los 80´s simplemente no podemos separarlas de nuestras memorias de aquéllos tiempos.
Curiosamente, ambos grupos saltaron a la escena mundial casi al mismo tiempo.
Olodum es una abreviación de Olodumaré, Dios de todos los dioses, creador del mar, la tierra y las estrellas en la religión Candomblé de la población nigeriana Yoruba del estado brasileño de Bahía. El Candomblé es una mezcla religiosa de creencias africanas y fé cristiana. Bahía es el estado con mayor población negra y mulata y con mayor influencia africana de la nación verdeamarhela.
Debido a sus abundantes cultivos de caña, requirió una gran cantidad de mano de obra, que provino en su momento, del enorme tráfico de esclavos desde Africa, lo cual vendría a darle esos profundos y únicos rasgos étnicos y culturales al Brasil de nuestro tiempo.
Olodum, como proyecto, surgió en 1979, en la ciudad de Salvador, como una ONG dedicada a preservar la cultura y defender los derechos de la población negra y los marginados. Es también uno de los proyectos educativos y sociales civiles más importantes de Brasil. Eventualmente, surgió la banda Olodum, la cual a través de la música, ha llevado la voz del proyecto y la presencia de Brasil al mundo entero.
Hace años, ví un video de una canción de Michael Jackson, They don´t care about us, filmado en una favela en Rio de Janeiro. Lo que más llamó mi atención fué el espectacular y colorido grupo de percusionistas que aparecen a lo largo del video. Se trataba ni más ni menos que de Olodum.
La noche en Plaza Mayor ya pinta para fiesta. El sólo hecho de mencionar Brasil, ya es motivo suficiente para estar de buen humor. En primeras filas, un pequeño pero muy entusiasta grupo de la comunidad brasileña local y de integrantes del grupo de capoeira Abadá, ya se notan impacientes mientras la plaza se llena de gente.
Olodum sube al escenario y con el propósito de obtener buenas tomas, me acerco hacia las primeras filas, junto al grupo de jóvenes cariocas. En cuanto suenan las primeras notas, aquéllo se convierte en una fiesta, todos se paran y empiezan a corear y a bailar. Simplemente quedé atrapado enmedio de un microcarnaval.
A petición de uno de los vocalistas de Olodum, la gente se pone de pie para bailar y disfrutar el espectáculo. Música típica brasilera, con todo el sabor de la samba y los ritmos africoantillanos que hacen bailar hasta a un muerto de tres días.
Y todos nos dejamos llevar por el ritmo de las percusiones, los enormes tambores y el inigualable carisma y alegría de los integrantes del grupo que igualmente no dejaban de bailar e interpretar cada nota como sólo los brasileños lo saben hacer.
Una fiesta de color, música y júbilo para despedir a Plaza Mayor como escenario de eventos del Festival Internacional.
Mientras tanto, no muy lejos, en El Palomar, el otro foro público masivo de nuestra urbe, se inaugura el 4to. Festival de la Ciudad. En escena Air Supply. El dueto australiano que desde 1975 ha cautivado a millones con su romance y sus canciones que ya son clásicas.
Fué durante mis años en la escuela preparatoria cuando escuché por primera vez una canción de Air Supply, Lost in Love y que por azares del destino, es precisamente la canción que escucho al llegar a El Palomar desde Plaza Mayor.
Esa canción y muchas otras de Air Supply, son parte del soundtrack de mi vida, de esos años de estudiante, de grandes esperanzas y amores imposibles, de duras realidades, de mucha escasez y muchos más sacrificios aún.
Una juventud de idealismos y de cambios. Una juventud que lo vivió todo en un principio a ritmo de Donna Summer o KC & The Sunshine Band y en un final a ritmo de Depeche Mode o INXS, a través de aquélla pequeña radiograbadora, que lo mismo me acompañaba en las largas noches de estudio previas a un exámen o en las noches que simplemente disfrutaba de la música.
El lugar simplemente luce a reventar. El Palomar es de por sí lugar obligado de paseo familiar de miles de chihuahuenses cada domingo y ésta vez se añaden muchos miles más para la gran inauguración. Desde la gran explanada hasta la plaza del kiosco, la gente se amontona y corea las tan conocidas letras de All Out of Love y Making Love Out Of Nothing at All.
Todo un mosaico ver la ladera de la pequeña colina de la plaza del kiosco convertida en un gigantesco graderío repleto de gente disfrutando el concierto a través de las pantallas gigantes.
Familias, niños en carreolas, jóvenes y sobre todo, parejas, muchas de ellas de 30 y 40 años, auténticos ochenteros, nos reunimos para revivir esos tiempos cuando Russell Hitchcock y Graham Russell presentaron una alternativa romántica en un mundo musical invadido por el rock punk de un Billy Idol, el electro pop de New Order o Anything Box o el rock de Def Leppard y Bon Jovi, por no mencionar los últimos vestigios de la música disco de Earth, Wind & Fire o del funk de Kool & The Gang.
Debido a que llegué ya en la parte final del show, me fué muy difícil poder acercarme al escenario, dado el mar de gente que había, pero me las arreglé para tomar un par de fotos.
Air Supply ha venido a Chihuahua tres o cuatro veces y cada vez que se presenta, llena el escenario. Es sin duda un grupo consentido de ésta ciudad.
Una noche diversa, para distintos gustos y edades. Para los que pudimos asistir a ambos eventos, una noche muy completa, como para regresar a casa y dormir con una sonrisa en los labios.
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