Colores de Septiembre, colores de Independencia

Es un mes tan festivo, que hasta en esta ciudad enmedio del desierto llueve. Un mes en el que el ambiente se siente diferente, porque es diferente.

Es el mes en que festejamos a nuestro país. Un mes que se tiñe de verde, blanco y rojo...pero también de fiesta y de desfiles, de sonrisas y celebración.

Porque tenemos mucho que celebrar. Celebrar nuestra libertad. Celebrar el hecho de vivir en paz. Celebrar que vivimos, pese a todo, en un país que nos ofrece más de lo que creemos y a veces, más de lo que merecemos.

¿Y por qué no?, celebrar sólo por celebrar, que para eso nos pintamos solos. Un mes en el que hacen su aparición estos pequeños carritos, plagados de felicidad y alegría, en la forma de banderitas, banderas y banderotas, en la forma de sombreros y cornetas, de chiles y de rehiletes.

Carritos que vienen del sur de nuestro país, obra y producto de nuestros artesanos y que prácticamente invaden al país entero. Carritos que la dan a la ciudad, ese toque mágico, ese toque de color que nos recuerda que Septiembre, es el mes por excelencia.

Difícil no comprar una bandera, porque la recientemente designada bandera más bonita del mundo es de por sí irresistible. Y con este nuevo título nobiliario, ahora más deseada que nunca, toda una diva entre todas las banderas.

Y si eso no fuera suficiente, no celebramos solos, porque la Independencia se celebra en medio continente:

Brasil, el día 6 y Guatemala, el día 15

Honduras y El Salvador, el día 15

Nicaragua y Costa Rica, el día 15

Chile, el día 18 y Belice, el día 21

Y claro, México el día 16

Por eso Septiembre es diferente, porque hasta el aire huele a libertad. Y sus colores, son un arcoiris del verde al rojo, del blanco al azul, tan variado como los colores de nuestras banderas, tan variado como este continente, mosaico de culturas, de ideales y de esperanzas.

A los visitantes de mi blog de Brasil, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Chile y Belice, una felicitación por el mes patrio. Y celebremos, que el simple hecho de estar vivos y en libertad, es ya en sí suficiente motivo.