Noveno día de eventos masivos del 4to. Festival Internacional Chihuahua.
Tláloc lo hizo de nuevo, el dios de la lluvia nos privó el miércoles de ver a la Sinfónica de Sinaloa. El evento fué cancelado. Otra vez será.
Pero ya es jueves, día de ver qué viene desde tierras más lejanas.
Es una tierra atrapada entre el océano y el desierto. A través de los cielos de Senegal, las poderosas tormentas de viento y arena del Sahara se abren camino rumbo al Atlántico. Horas más tarde, frente a las islas de Cabo Verde, se convierten en tormentas tropicales, que dan origen a los poderosos huracanes que azotan el Caribe y el Golfo de México entre Agosto y Septiembre.
Dakar, la capital senegalesa, tal vez sea más famosa por el Rally París-Dakar que por cualquier otra cosa. Su situación geográfica, en el extremo más occidental de África, condenó a esta tierra a ser la salida natural del comercio de esclavos hacia América y ser refugio natural de piratas, contrabandistas y otras pestes marinas. En años más recientes, ha sido el escenario de cruentas guerras tribales.
Como suele suceder, enmedio de tantas cosas malas, las cosas buenas florecen y persisten. En un pueblo oprimido y pobre que carecía de la posibilidad de leer y escribir surgió un lenguaje y un medio de comunicación: la percusión. Babacar Dieng es el heredero del talento que convirtió a sus padres en los más reconocidos músicos y percusionistas de Senegal de los últimos tiempos.
Emigró a España, donde radica y formó el grupo de los Diengoz, sus músicos, vocalistas y bailarinas. Siendo muy conocido en la Madre Patria, se presenta con frecuencia en festivales y conciertos y su espectáculo lo ha llevado a recorrer varios países del mundo.
Si al talento le agregas la posibilidad de hablar en el mismo idioma que el público, inevitablemente sucede lo que ocurrió anoche: en menos de 10 minutos, Babacar ya tenía a todos en la bolsa, más tardó en interpretar el primer número de la noche que en conquistar al respetable.
Con una mezcla suavecita y bien sabrosa de ritmo tribal, reggae, pop y letras tan sencillas como pegajosas, público y artista se dejaron querer y llevar en una noche de total complicidad. Primero como que la gente se resistía a despegarse de su asiento, media hora después, como que se resistía a sentarse de nuevo.
Aquéllo era digno de verse, respetables abuelitas recordando sus buenos tiempos de bailongo y fandango y jóvenes moviéndose de tal forma que en algunos países serían lapidados sin miramientos. Pero no aquí, ni ahora, que era noche para bailar y disfrutar sin el menor de los remordimientos alentados por las bailarinas, que pasaban del contoneo sensual del reggae al frenesí tribal de las percusiones, ida y vuelta, una y otra vez.
Noche divertida, muy divertida, de muchos bailes y más aplausos aún, tanto que la gente no quería que acabara, tanto que la gente se lanzó en montón, al más puro estilo de una manada africana sobre la mesa de souvenirs de esas tierras tan lejanas, de esas tierras atrapadas entre océanos de arena y océanos de agua...de esas tierras donde nacen los huracanes.
1 comentario:
Muchas gracias, Manuel Muñoz Aldana.
Nos han gustado tus comentarios y fotos. Realmente fue así yo que estaba entre el público lo disfrute muchísimo por toda la buena y positiva onda que desde el comienzo del concierto supo como tu bien dices tener nos a todo el público en su mano y no paramos de bailar cantar y aplaudir.
Es un recuerdo inolvidable de este día en Chihuahua nuestro primer concierto en suelo mexicano. Si tienes más fotos del grupo te agradeceríamos nos envíes a Babacarylosdiengoz@gmail.com.
Un gran saludo par ti y para el magnífico pueblo de Chihuahua de Babacar Dieng y los Diengoz y su representante.
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